Wskazówka:

Texto 1

Las rosquillas son los dulces originarios y más emblemáticos de Madrid. Pueden encontrarse tanto en las pastelerías como en los puestos de venta ambulante distribuidos por toda la capital. Normalmente se toman desde principios del mes de mayo hasta después de las Fiestas de San Isidro. Las rosquillas más populares son las “tontas” y las “listas”. Las rosquillas “tontas” no disponen de ningún tipo de acabado, están hechas exclusivamente con la masa. En cambio, las “listas” llevan en la superficie una pasta de azúcar.
adaptado de www.madridesnoticia.es

Texto 2

Los famosos Huesos de Santo son dulces típicos de la zona de Castilla y León, aunque actualmente están muy difundidos por toda España. La elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII y su origen se encuentra en Madrid. Se hacen con mazapán, es decir, pasta de almendra, y tienen una forma alargada y cilíndrica, semejante a la de un hueso. Están rellenos de dulce de yema. Suelen elaborarse para la celebración de las fechas cercanas al Día de Todos los Santos, en la época cuando se recoge la almendra.
adaptado de es.wikipedia.org

Texto 3

La Tarta de Santiago es una tarta tradicional gallega cuyo origen es desconocido. Actualmente, se puede comprar sobre todo en las pastelerías situadas a lo largo del Camino de Santiago, especialmente en los meses de julio y agosto, periodo que coincide con la fiesta de Santiago Apóstol. La tarta está elaborada con almendras, huevos, azúcar, canela y mantequilla. Se la adorna de una manera especial. Cuando la tarta está hecha, se pone encima la Cruz de Santiago, recortada de papel. Luego se echa azúcar fino, se retira el papel y la tan carecterística silueta de la cruz, emblema de los peregrinos, queda impresa en la tarta.
adaptado de es.wikipedia.org

Texto 4

Las Yemas de Santa Teresa es el elemento de repostería más identificativo de la provincia de Ávila. Es un dulce tradicional hecho con yemas de huevo, azúcar y limón. El resultado son unas pequeñas bolas de color anaranjado, cubiertas con una fina capa de azúcar. Hasta hoy se discute cuál es su origen. Algunos dicen que es un producto elaborado por primera vez en el siglo XVI por las monjas del convento de Santa Teresa. Otros sitúan su aparición tres siglos más tarde y atribuyen su autoría a los pasteleros de Ávila.
adaptado de gastronomiaycia.republica.com