Periodista: Chris, tu vida se parece más a la de un cyborg que a la de un ser humano. Todos
tus movimientos y actividades deportivas, la temperatura corporal, la presión
sanguínea y el peso están digitalizados. También la calidad del aire que respiras,
la comida que ingieres e, incluso, todo lo que ves y escuchas en la red, en la radio
o en la televisión.
Chris:
Soy un cyborg consciente porque uso la tecnología a mi favor.
Periodista: Cuéntanos cómo llegaste a ser “el hombre más conectado del mundo”.
Chris:
Todo comenzó en 2007. Me sentía insatisfecho con mi vida. Estaba a punto
de cumplir 40 años y tenía una carrera a mis espaldas creando sistemas
informáticos para empresas de software. Entonces, me pregunté si sería posible
usar esas habilidades para mejorar mi propia salud, en aquel momento muy frágil.
Periodista: ¿Y no tuviste en cuenta lo que los demás pudieran pensar de ti al verte con todos
los dispositivos puestos?
Chris:
Claro que me importaba la percepción que la gente pudiera tener de mí. No quería
que me vieran como un robot.
Periodista: ¿Y qué tal?
Chris:
Bueno, al principio no fue fácil. Pero ahora todo el mundo anda conectado
a smartphones, relojes inteligentes y todo tipo de dispositivos. Ya no destaco
tanto.
Periodista: ¿Cuántos dispositivos llevas tú?
Chris:
Tengo nueve sensores en el cuerpo que miden mis constantes vitales a diario
y cientos de aparatos en mi casa que me ayudan a cuantificar todo lo que hago.
Pero no me preguntes cuántos, no lo sé, he dejado de apuntarlos. Cada bombilla
está vinculada a internet para poder ser controlada de forma remota; si llevo
mucho tiempo sin hacer nada, sentado o tumbado en el sofá, empieza a sonar
música animada para que me mueva. Como ves, mi casa es una especie
de laboratorio tecnológico.
Periodista: Pero ¿dónde están todas esas instalaciones? Yo no veo nada.
Chris: Es que no me gusta que sean visibles. La tecnología imperceptible es mejor que
la obvia.
Periodista: ¿Y la privacidad?
Chris:
A mí personalmente no me importa ser transparente. Si todo el mundo tuviera
acceso a la información sobre los demás, habría más confianza y menos
enfrentamientos entre la gente. Los que no ocultan nada tampoco despiertan
sospechas y, por lo tanto, parecen dignos de fiar. Por eso, deberíamos estar más
conectados con los demás, no solo con nosotros mismos.
Periodista: Y para terminar, ¿cuál es tu pronóstico sobre el futuro?
Chris:
Es obvio. Facebook acaba de anunciar que está desarrollando una tecnología
para leer nuestros pensamientos. La inteligencia artificial es el futuro. En los
próximos años veremos un auge de asistentes personales virtuales y, a
continuación, las primeras interfaces cerebro-computadora y sensores digeribles,
imperceptibles como las lentes de contacto. Si dijera que soy optimista, no sería
realista. No creo que alguien esté realmente preparado para lo que se nos viene
encima. El desarrollo de la tecnología conlleva muchos peligros de los cuales
ahora quizá no somos conscientes. Puede ser que la ciencia ficción se haga
realidad.
adaptado de www.bbc.com